El conflicto se avecina, no solo por la disputa política sino también por las diferencias entre los grupos armados, advirtió el experto Ahmed Shalhoub.
Según Shalhoub, las milicias necesitan reiniciar los combates “para demostrar su existencia, porque para ellas es una cuestión de supervivencia”.
Pero el parlamentario Abdel Moneim Al-Arfi minimizó las posibilidades del reinicio de la guerra.
Las actuales movilizaciones solo son una demostración de fuerza, un hecho habitual, subrayó.
Debemos encontrar una solución para evitar la fragmentación del Estado, alertó, por su parte, Ahmed Naqi, miembro del Consejo Consultivo.
El primer ministro designado por el Parlamento, Fathi Bashagha, anunció el fin de semana que podría entrar por la fuerza en esta capital, controlada por el Gobierno de Unidad Nacional, encabezado por su rival, Abdul Hamid Dbeibeh.
Bashagha envió ayer un mensaje a su rival para exigirle que abandone la ciudad, pero la solicitud fue rechazada.
Que el exministro del Interior se abstenga de enviar amenazas, si está interesado en la vida de los libios, que concentre sus esfuerzos en la celebración de elecciones, respondió Dbeibeh en Twitter.
Los comentarios de Dbeibeh significan que está dispuesto a combatir, estimó el politólogo Muhammad Qashout.
Tras un año de relativa calma, la tensión escaló en febrero, cuando el Parlamento nombró a Bashagha como primer ministro interino en sustitución de Dbeibeh, quien anunció que solo entregará el poder a las autoridades emanadas de las urnas.
Este último y su gabinete están asentados en esta capital mientras el ejecutivo de Bashagha tiene su sede en la oriental ciudad de Tobruk, donde también se encuentra el legislativo.
El primero es respaldado por el Consejo Presidencial y el segundo tiene el apoyo del hemiciclo y de las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte en la zona oriental del país.
Libia vive una espiral de violencia desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada por miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre ellos, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.
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