La decisión es del juez Gustavo Kalil, de la IV Corte Penal del Tribunal de Justicia de Río, que determinó, además, la inclusión del nombre del diplomático en la lista de fugitivos de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), en razón de que el acusado abandonó el país.
El alemán alegó que su marido sufrió una caída en la noche del 5 de agosto en el apartamento en que vivían en el acomodado barrio carioca de Ipanema y se golpeó en la cabeza, lo que, en su sentir, le provocó la muerte.
Sin embargo, los legistas identificaron cerca de 30 lesiones en diferentes partes del cuerpo del belga, incluyendo el pecho, las glúteos y las piernas, y descubrieron que empleados del diplomático lavaron manchas de sangre en la residencia antes de la llegada de la Policía.
En razón de un habeas corpus obtenido el 25 de agosto, el cónsul embarcó el pasado domingo para Alemania. Así, el juez determinó la expedición de oficio a la Policía Federal, comunicando la existencia de orden de detención contra él, para incluirlo en el banco internacional de buscados y prófugos de la Interpol.
La causa de muerte de Biot fue traumatismo craneal. De acuerdo con la denuncia del Ministerio Público «el crimen fue cometido con empleo de medio cruel: severo maltrato a que la víctima fue sometida, causando intenso e innecesario sufrimiento».
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