En concreto el desempeño económico se situó en enero un cinco por ciento por debajo de su nivel anterior a la crisis sanitaria, ‘a pesar de la continuación y el refuerzo del toque de queda’, de acuerdo al balance económico publicado por el Banco de Francia.
En relación a meses anteriores el informe revisó los datos de noviembre y diciembre, fijando un incremento mensual del siete y del cinco por ciento, respectivamente, señalando que eran mejores de lo previsto para el final del ejercicio, lo que supone un buen punto de inicio para 2021.
Tanto el Banco de Francia como el gobierno esperan que el crecimiento económico al final del presente año se sitúe entre el cinco y el seis por ciento, y para ello cuentan con que al término del primer trimestre la positiva tendencia alcance el nivel previo a la crisis, impulsado por el aumento del consumo privado.
La mejoría fue notoria en la industria, cuyo nivel de producción en enero llegó al 74 por ciento (79 por ciento antes de la crisis), y en la construcción, ‘cuya actividad fue estable en enero y se acerca a su nivel previo a la crisis’, mientras que el sector servicios, especialmente la hostelería, mantiene un nivel muy bajo de actividad debido a las restricciones sanitarias.
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