Según los expertos en salud citados este jueves por el diario The Guardian, el frío y la humedad en los hogares dañará los pulmones de los niños y afectará su desarrollo cerebral, con riesgo para sus vidas.
Habrá un exceso de muertes entre menores cuyas familias se vean imposibilitadas de calentar sus casas, aseveró el doctor Simon Langton-Hewer, quien preside la Sociedad de Enfermedades Respiratorias Pediátricas.
El director del Instituto de Equidad Sanitaria del Colegio Universitario de Londres, Michael Marmot, declaró, por su parte, de una ola de enfermedades respiratorias en el invierno, a menos que el nuevo primer ministro que tomará posesión la semana próxima tome medidas para frenar el incremento de la factura energética.
El Gobierno necesita actuar, y tiene que hacerlo ahora, porque está claro que enfrentamos una crisis humanitaria importante, donde miles perderán la vida y millones de niños verán arruinados su desarrollo, aseveró.
El regulador de la energía, Ofgem, anunció la semana pasada que a partir de octubre, el precio máximo anual que las compañías de electricidad y gas podrán cobrar a sus clientes será de tres mil 549 libras esterlinas (unos cuatro mil 180 dólares), un aumento del 80 por ciento con respecto al límite de mil 971 libras (2,325 dólares) fijado en abril.
El regulador atribuyó la decisión al aumento continuo de los precios mayoristas del gas a nivel mundial después que comenzaron a levantarse las restricciones por la pandemia de Covid-19, y a la interrupción de los suministros rusos tras el inicio de la guerra en Ucrania.
Una encuesta publicada poco después del anuncio de la Ofgem, arrojó que uno de cada cuatro adultos en el Reino Unido dijo que no podrá encender la calefacción en el invierno, debido al nuevo “tarifazo”.
La canciller Liz Truss y el exministro de Hacienda Rishi Sunak, quienes se disputan el liderazgo del Partido Conservador y el cargo dejado vacante por Johnson, prometen enfrentar la crisis del costo de la vida, aunque tienen propuestas diferentes para lograrlo.
Mientras Truss, quien se perfila como favorita para asumir el cargo la semana próxima, aboga por reducir los impuestos, Sunak dice lo mejor sería aumentar la ayuda estatal a las familias de menos ingresos.
Ambos, sin embargo, hacen caso omiso hasta el momento al llamado de la oposición a congelar el precio de la tarifa energética, e imponer un impuesto único sobre las ganancias exorbitantes de las trasnacionales petroleras y gasíferas.
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