Este lunes las fuerzas de seguridad patrullaban calles y otros puntos estratégicos de la ciudad para evitar nuevos rebrotes de violencia, que, de acuerdo con un balance preliminar, dejó saldo hasta ahora de una decena de muertos y numerosos lesionados, precisó la fuente.
Testigos de esos hechos comunicaron, asimismo, que tras el bloqueo de carreteras, hombres en motocicletas y otros medios de transporte situaron armas de grueso calibre en varias demarcaciones, controladas por grupos irregulares, lo cual hace temer futuros choques armados.
Tal clima político y social se caldeó en medio de una crisis política ahondada por la reciente decisión de la Cámara Baja del parlamento de prorrogar por dos años el mandato del actual presidente Mohamed Abdullahi Mohamed, el cual concluyó el pasado 8 de febrero.
Para bajar las tensiones, en las últimas horas la Misión de Asistencia de la ONU en Somalia, llamó, por otro lado, a las partes en conflicto a que observen la máxima contención ya que ¨la violencia no es la solución al actual estancamiento político’.
Tanto Naciones Unidas como la Unión Africana pidieron en reiteradas ocasiones al gobierno somalí y a la oposición que reinicien el diálogo para salir de la actual crisis política y cumplan con el acuerdo preelectoral suscrito en septiembre de 2020.
Según el pacto, la Comisión Electoral Nacional debe proponerse la realización de comicios directos, por sufragio universal.
El convenio aborda también la formación de un comité encargado de las elecciones presidenciales y aspectos relacionados con la seguridad de ese proceso, transformaciones en los mandos de la policía y el Ejército y limitación de competencias del actual poder ejecutivo.
Somalia se considera actualmente un país dividido, sin un gobierno central fuerte, con elevados niveles de violencia debido a la actividad del grupo radical Al-Shabab, que con sus acciones dejó saldo de cientos de muertos y heridos.
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