De acuerdo a activistas locales, columnas de humo se elevaron del lugar tras las explosiones, mientras helicópteros y aviones de reconocimiento intensificaron sus vuelos en la zona.
Al-Omar es el campo petrolero más grande en Siria y alberga a una de las mayores bases de Estados Unidos. Este enclave ha sido atacado en varias ocasiones el último fue con misiles el día 28 de agosto pasado donde tres militares del Pentágono resultaron heridos.
El Gobierno de Damasco denunció repetidamente esa presencia no autorizada, la cual calificó de ocupación, y aseguró que las acciones de Washington incentivan la actividad terrorista, ya que en sus bases entrenan a grupos separatistas y extremistas opositores.
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