El director del Centro de Investigación de Economía Energética de la Universidad de Xiamen, Lin Boaqiang, refirió que la Unión Europea (UE) se vio obligada a incrementar las importaciones de gas desde el norteño país, lo cual ha generado beneficios sin precedentes a sus suministradores del combustible.
Todo, en su opinión, como consecuencia de que el panorama energético mundial sufre una enorme reestructuración debido a factores geopolíticos, acompañada de precios disparados y escasez de suministro.
Registros de Refinitiv (un proveedor global estadounidense-británico de infraestructura y datos del mercado financiero) indicaron que durante la primera mitad de este año Estados Unidos exportó a Europa 39 mil millones de metros cúbicos de gas, superiores a las de 2021, cuando ascendieron a 34 mil millones.
Esto habría sido impensable en el pasado ya que los precios del gas estadounidense son claramente mucho más altos que los del ruso debido a los costos de transporte, pero ahora la crisis de Ucrania lo ha hecho real, señaló Lin.
Indicó que los precios de la energía seguirán elevados hasta que se complete la reestructuración del mercado energético, lo cual ejercerá más presión sobre la recuperación económica mundial.
Actualmente la diferencia entre las cotizaciones del carburante en los mercados europeos y estadounidenses es de hasta 10 veces, lo cual representa un récord.
Lin advirtió que incluso con las costosas importaciones de gas desde Estados Unidos resulta difícil para la UE evitar enfrentarse a una inflación disparada, a la escasez de energía y a las interrupciones de la producción en el próximo invierno, cuando la demanda de energía suele repuntar bruscamente.
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