Según publicó este lunes el diario Daily Mail, el gobernante conservador habría hecho las incendiarias declaraciones en octubre pasado en una reunión del gabinete, donde se le advirtió que quizás sería necesario recurrir a otra cuarentena para tratar de contener la propagación del coronavirus SARS-COV-2, causante de la Covid-19.
No más jodidos confinamientos, dejen que los cuerpos se amontonen por miles, habría dicho Johnson, quien de todas formas tuvo que imponer un tercer confinamiento en enero pasado que todavía sigue parcialmente vigente. Los ministros enseguida cerraron fila con el jefe de gobierno, y salieron a desmentir al Daily Mail, mientras que el propio Johnson contestó con un ‘no’ rotundo cuando los periodistas que lo acompañaron este lunes en un recorrido por Gales le preguntaron al respecto.
Sus detractores no dudan, sin embargo, que el primer ministro, controvertido y lenguaraz desde sus tiempos de periodista, haya pronunciado esas palabras incendiarias.
Si fuera una calumnia o un libelo, entonces debería demandarlo (el periódico), pero no lo hará porque no lo es, aseguró un usuario de Twitter, donde las etiquetas #letthebodiespilehigh (dejen que los cuerpos se amontonen) y #boristhebutcher (Boris el carnicero) se han vuelto virales, al igual que los llamados a que renuncie.
Unos de los primeros en pronunciarse en ese sentido fue el líder del Partido Nacional Escocés en el Parlamento británico, Ian Blackford, quien afirmó que de ser cierta la noticia, Johnson deberá abandonar el cargo que ocupa desde julio 2019.
El líder del también opositor Partido Laborista, Keir Starmer, fue más comedido, quizás para no dar crédito a priori a una información sin fuentes precisas, y tras declararse asombrado, instó a su némesis política a pronunciarse al respecto.
Starmer insistió, sin embargo, en la necesidad de que se haga una investigación ‘completa y transparente sobre todo lo que está pasando en el número 10 de Downing Street’, como se conoce popularmente a la sede del gobierno británico.
El político opositor se refería a las acusaciones de tráfico de influencia para favorecer a empresarios amigos de ministros y del propio Johnson con contratos de suministro de equipos médicos para enfrentar la Covid-19.
También están las revelaciones del exasesor Dominic Cumming de que el gobernante urdió un plan para hacer que los donantes del Partido Conservador pagaran por los gastos de remodelación de su apartamento, o que frenó una investigación sobre una filtración a la prensa para no verse obligado a despedir a un amigo de su esposa.
Cumming, a quien Johnson no despidió cuando violó la cuarentena el año pasado, pero luego renunció de manera sorpresiva, pudiera tener muchos ases más bajo la manga, y no son pocos los que creen que podría ser la fuente anónima del Daily Mail.
Por si fuera poco, seis partidos opositores quieren que el presidente de la Cámara de los Comunes les permita someter a votación una propuesta para que el Comité de Privilegios y Conducta investigue al primer ministro, a quien la legisladora de los Verdes, Carolina Lucas, calificó de ‘mentiroso en serie’.
La petición está inspirada en parte en un video que circula en internet donde el periodista Peter Stefanovic hace un compendio de los presuntos datos falsos ofrecidos por Johnson durante sus intervenciones ante el Parlamento.
Los desmentidos de Stefanovic van desde las cifras sobre reducción de emisiones de gases de carbono, el crecimiento económico del país, los gastos del Servicio Nacional de Salud y los niveles de pobreza en el Reino Unido, hasta una aplicación electrónica para rastrear los casos de Covid-19, entre otros.
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