Hasta ahora, la balacera más mortífera de esas jornadas fue en Saint Paul, capital del estado de Minnesota, donde tres individuos perecieron y otros dos resultaron heridos el domingo en el barrio de Payne-Phalen.
También la víspera las autoridades notificaron sobre disparos en Norfolk, Virginia, cerca del campus de la Universidad de Old Dominion, los cuales dejaron dos muertos y siete lesionados, precisó un reporte del diario The Hill.
La policía de igual forma respondió a las balas en el centro de Charleston, Carolina del Sur, y allí cinco individuos sufrieron daños.
En la noche del sábado, en los suburbios de Washington, una chica de 16 años y un joven de 17 fueron tiroteados a la salida de un cine, y llevados luego a un hospital.
Ese mismo día, los agentes del orden de Birmingham, Alabama, encontraron tres víctimas de disparos, dos de las cuales perecieron.
Además, los tiros en el Vick’s Supper Club en Palatka, Florida, el sábado acabaron con la vida de dos personas y otras dos resultaron heridas.
De acuerdo con Gun Violence Archive, en 2022 ocurrieron 461 tiroteos masivos en Estados Unidos, en tanto otras estadísticas señalan que como promedio 40 mil 620 personas fallecen cada año en la nación norteña por armas de fuego.
El actual presidente norteamericano, Joe Biden, aboga por la prohibición de estos artefactos letales y en junio pasado firmó la ley bipartidista para la supuesta regulación de las armas.
Aunque la normativa pone énfasis en la comprobación de los antecedentes penales y psicológicos de los compradores e introduce un mayor control de la venta, no establece prohibiciones para los rifles de asalto, presentes en los tiroteos más mortíferos de la nación.
ro/cgc