Autoridades de la central provincia de Jiangxi informaron que el nuevo descenso se registró en la estación hidrológica de Xingzi y urgieron mayores esfuerzos por combatir la sequía porque el estanque puede perder más líquido en las próximas semanas.
El lago es conocido por los lugareños como “el riñón” debido a su importancia en la regulación del río Yangtzé, el más largo de China, pero entró en su período seco el pasado 6 de agosto y fue la fecha más temprana desde 1951.
Su tamaño promedio suele ser de tres mil 500 kilómetros cuadrados en temporada alta y hace unos días se supo que se redujo a 737 kilómetros cuadrados, o sea solo una quinta parte.
Aparte de afectar el suministro del líquido a la población, la transportación de barcos y el riego a las cosechas en la zona, la situación constituye una amenaza para las aves migratorias que escogen al Poyang como una importante parada mientras se dirigen al sur durante el invierno.
China vivió el verano más intenso desde 1961 con varios días seguidos con alerta roja por calor en el suroccidente y centro, decenas de ríos secos y una reducción alarmante en el agua de sus embalses al punto de verse estatuas sumergidas durante 600 años.
En agosto el Gobierno destinó más de mil 574 millones de dólares para mitigar los daños ocasionados por la sequía en el rendimiento de las cosechas agrícolas, la crianza de ganado y la estabilidad del sistema electro-energético.
También incrementó la siembra de nubes y logró la caída de lluvias en lugares como Sichuan, Chongqing y Anhui.
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