«Quiero un pueblo armado de libro, de sabiduría, de conocimiento y cultura», afirmó el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) a las próximas justas comiciales durante un acto proselitista en el municipio Taboão da Serra, estado de Sao Paulo, que contó además con la presencia del vice de su fórmula electiva, el exgobernador Geraldo Alckmin.
«Cuando era presidente, recogimos y destruimos 620 mil armas. ¿Y (mandatario Jair) Bolsonaro está vendiendo armas a quién? Al crimen organizado. Ahora ellos pueden comprar porque el ‘Bozo’ dice que puede comprar», denunció Lula.
En su discurso criticó el clima bélico que Bolsonaro trajo para las elecciones y lamentó el brutal asesinato ocurrido recientemente en el interior del estado de Mato Grosso do Sul de otro elector petista nuevamente a manos de un bolsonarista (partidario del exmilitar), quien confesó a la policía que mató por desavenencias políticas.
A principios de julio, un crimen similar ocurrió en Foz do Iguaçu, sureño estado de Paraná, cuando un guardia municipal, integrante del PT, murió tras ser baleado en su propia fiesta de su cumpleaños 50 por un seguidor del excapitán del Ejército.
Para Lula, lo que ocurre en el país «es una demostración de un clima de odio establecido en el proceso electoral, un hecho totalmente anormal. Las personas están siendo inducidas a una violencia exacerbada», refirió.
Recalcó que «ahora tenemos un ciudadano en la presidencia (sin citar a Bolsonaro) haciendo decreto para liberar armas a voluntad, no importa el calibre, no importa la cantidad de bala, la cantidad de cartucho, y él no se da cuenta que está armando el crimen organizado», subrayó.
Puso como ejemplo consultas anteriores, en las cuales todos los contendientes defendían la democracia y no eran enemigos.
«Ustedes están viendo aquí dos personas que fueron adversarios (Lula y Alckmin) y disputamos elecciones, estábamos en partidos diferentes, hablábamos mal el uno del otro y en la hora la gente tiene que pensar en el país, nosotros estamos juntos, construyendo una propuesta para Brasil. Esa es la política», aseguró.
Al intervenir en el evento, Alckmin apuntó que el país desanduvo con Bolsonaro, quien «no es civilizado. Brasil dio marcha atrás, retrocedió. Un presidente que añora la dictadura y la tortura no puede pedir el voto del pueblo, porque no cree en la democracia», apuntó.
Hasta la fecha, el líder petista encabeza todos los sondeos de opinión rumbo al sufragio del 2 de octubre, en el que ambiciona reelegirse Bolsonaro.
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