En un artículo de prensa circulado previo a su llegada a Astaná, el mandatario repasó el creciente desarrollo de las relaciones bilaterales desde sus orígenes en las civilizaciones antiguas, expresó disposición a elevarlos a escaños superiores y destacó el avance de 52 proyectos conjuntos valorados en más de 21 mil millones de dólares.
Con ese fin, propuso afianzar la amistad, estrechar la comunicación de alto nivel en espacios como la ONU, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y el mecanismo China+Asia Central, ampliar los intercambios pueblo a pueblo, políticos, legislativos y culturales, así como expandir la colaboración hacia nuevos sectores económicos.
Planteó promover la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, abrir paso a más inversiones, facilidades comerciales y los negocios transfronterizos, aparte de llevar adelante planes de inteligencia artificial, Big Data y energía verde.
Xi Jinping manifestó el deseo de China de aunar fuerzas con Kazajastán en la defensa, seguridad y aplicación de la ley, con vistas a combatir el terrorismo, separatismo, extremismo, narcotráfico y el crimen organizado.
Llamó a oponerse a la confrontación de bloques, el unilateralismo, la injerencia externa en asuntos de la zona y cualquier amenaza a la paz y estabilidad.
Entre otras cuestiones, saludó los esfuerzos del país vecino por progresar y colocarse entre las 30 principales economías del mundo, al asegurar que China le compartirá sus experiencias de desarrollo.
Xi Jinping mañana emprenderá su primera salida al exterior desde principios de 2020, con una gira regional que incluye paradas en Kazajastán y Uzbekistán para cumplimentar visitas oficiales.
En el último país, también participará en la 22 cumbre de líderes de la OCS.
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