Bowser anunció este jueves en conferencia de prensa la creación de una nueva oficina gubernamental, que se encargará de la gestión local del tema y que, además, brindará apoyo a los recién llegados en busca de asilo.
La nueva Oficina de Servicios para Migrantes se ubicará dentro del Departamento de Servicios Humanos, dijo la alcaldesa demócrata, y brindará las necesidades básicas a los inmigrantes en esa condición, incluidas comidas, transporte, atención médica urgente y el reasentamiento.
Explicó igualmente que la declaración de emergencia por tiempo limitado ofrecerá más poder y flexibilidad, lo que significa que los funcionarios podrán movilizar personas y recursos más rápido y buscar asistencia financiera federal.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó el envío de indocumentados hacia Washington, D.C, desde el pasado mes de abril como un medida de protesta contra las políticas migratorias de la administración de Joe Biden.
Abbott y su par de Arizona, Doug Ducey, ambos republicanos, han mandado cientos de autobuses con tales fines y hasta ahora ninguno expresó la intención de detenerse, destacó a la cadenaq televisiva CNN.
La autoridad capitalina criticó a Abbott y a Ducey por su papel en la creación de la «creciente crisis humanitaria» y también apuntó a la respuesta federal, que «falta en algunos aspectos».
Según datos de la Oficina del Gobernador de Texas más de siete mil 900 inmigrantes fueron trasladados en unos 190 ómnibus al DC; otros dos mil 200 en 40 vehículos a la ciudad de Nueva York y más de 300 en cinco autobuses a Chicago.
Por su parte, Arizona reportó el envío de 46 ómnibus con mil 677 migrantes a la capital del país.
El mes pasado, el Departamento de Defensa rechazó por segunda vez la solicitud de Bowser de activar la Guardia Nacional de Washington, porque «no sería apropiado», de acuerdo con la carta en respuesta a la petición de la alcaldesa.
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