El portal Brasil de Fato revela que expertos de la industria estiman que el número puede ser aún mayor.
Según la profesora Cibele Araújo, del curso de Biblioteconomía de la Escuela de Comunicación y Artes de la Universidad de Sao Paulo (USP), los datos refuerzan las denuncias de desacato de los últimos gobiernos con la cultura y la educación.
«Las bibliotecas públicas en muchos municipios son un eslabón fundamental de la cultura, para la formación del individuo, para el desarrollo de su ciudadanía», indicó.
A menudo estas instituciones fomentan actividades como veladas literarias, recitales, musicales y obras de teatro.
«Estos espacios promueven la divulgación segura de información, la cultura, la formación educativa de las personas y la preservación de la memoria histórica», refirió la periodista Ana Paula Medeiros, quien entrevistó a Araújo.
Precisó que cada tipo de biblioteca (pública, escolar o circulante) atiende a necesidades informacionales y culturales específicas de la sociedad.
El sitio señala que el compromiso del sector afecta especialmente a la población más vulnerable. Esto se debe a que los equipos públicos garantizan un fácil acceso a los libros, a menudo restringidos por su precio.
Araújo subrayó que «las bibliotecas públicas también son importantes para la memoria brasileña por guardar literatura, información e historia locales a partir de los libros físicos y de proyectos internos para contar y recitar historias».
Uno tiene que tener una agenda de defensa ante los alcaldes, gobernadores, concejales y diputados. Invertir en cultura no es un costo, es un beneficio puro para tener una sociedad más desarrollada, argumentó.
En 2010, durante el gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se aprobó la Ley 12.244, la cual prevé que las escuelas públicas deben estar equipadas con bibliotecas.
Sin embargo, detalla la página digital, especialmente después del golpe parlamentario judicial que apartó del poder a la presidenta Dilma Rousseff, en 2016, «el camino para alcanzar el objetivo se hizo más largo».
El profesor Valdir Heitor Barzotto, vicedirector de la Facultad de Educación de la USP, reafirmó la importancia de las bibliotecas públicas para la formación ciudadana.
Alertó que «cuanto menos acceso a esa memoria que está en el conocimiento acumulado por la humanidad, cuanto menos acceso a las bibliotecas tiene la juventud, más se vuelve desconectada del mundo que ella vive».
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