De acuerdo con un artículo del diario The Hill, el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el de Arizona, Doug Ducey, enviaron a los indocumentados al norte del país desde abril y mayo de este año, mientras la máxima autoridad estatal de Florida, Ron DeSantis, inició su propio transporte de migrantes la semana pasada.
Abbott hizo llegar más de ocho mil personas en unos 190 autobuses a esta capital, cerca de dos mil 500 migrantes fueron reubicados en la ciudad de Nueva York y unos 600 en Chicago.
Mientras, Ducey desplazó a Washington alrededor de mil 800 personas, en tanto DeSantis envió el miércoles pasado dos aviones con 50 indocumentados a la isla Martha’s Vineyard, en el estado de Massachusetts, zona de vacaciones frecuentada por figuras del poder demócrata como el expresidente Barack Obama (2009-2017).
Además, dos ómnibus con migrantes procedentes de la frontera entre Estados Unidos y México fueron dejados el pasado jueves cerca de la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris aquí.
“La vicepresidenta Harris afirma que nuestra frontera es ‘segura’ y niega la crisis. Estamos enviando migrantes a su patio trasero para pedir a la administración Biden que haga su trabajo y asegure la frontera”, escribió el gobernador de Texas en su cuenta oficial en Twitter.
Tras recibir cerca de 10 mil migrantes, la alcaldesa de esta capital, Muriel Bowser, declaró una emergencia pública a principios de este mes y solicitó la activación de la Guardia Nacional para ayudar a la ciudad a gestionar la afluencia de personas, una petición que el Departamento de Defensa negó.
Los demócratas critican el transporte en autobús como un “truco político” de los tres gobernadores republicanos, dos de los cuales se presentan a la reelección este año en los comicios de medio término del próximo 8 de noviembre.
“Hay un proceso establecido para gestionar a los migrantes en la frontera, y que los gobernadores republicanos se entrometan y utilicen a los migrantes desesperados como herramientas políticas es vergonzoso y está mal”, dijo un funcionario de la Casa Blanca a The Hill.
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, cuestionó a Abbott por la medida, a la que calificó de “antiamericana” y enfatizó: “No se trata a la gente con esta falta de respeto, de dignidad, metiéndola en autobuses hacia un destino desconocido con muy poca comida y agua”.
DeSantis señaló que los aviones de Martha’s Vineyard eran “solo el comienzo”, en protesta por los esfuerzos de Biden para poner fin al Título 42, una política del expresidente Donald Trump (2017-2021) para expulsar rápidamente a los indocumentados con el pretexto de la pandemia de Covid-19 sin darles oportunidad de asilo.
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