En declaraciones a periodistas, el vicepresidente sectorial de Economía, Tareck El Aissami, explicó lo que llamó la nueva “trama de corrupción, destrucción y robo perpetrado” por sectores de la extrema derecha en su país.
Denunció que la empresa, filial de Pequiven (Petroquímica de Venezuela SA), es hoy un “cementerio de ruinas, devastada totalmente y con una capacidad de producción al cero por ciento”.
Imágenes mostradas por la televisión y que circulan a través de las redes sociales expusieron el avanzado deterioro de la instalación, que llegó a asegurar el 37 por ciento de los fertilizantes utilizados en el campo colombiano.
Con la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia en 2019, el entonces presidente Iván Duque (2018-2022), el autoproclamado presidente Juan Guaidó y Leopoldo López entraron en componenda y pasaron los destinos de la industria a manos de una junta directiva afín.
El Aissami responsabilizó al exmandatario colombiano, al prófugo de la justicia López y a Guaidó como los culpables de la destrucción de Monómeros.
Afirmó que esta “trilogía del mal” se valió de las instituciones colombianas y robaron ese activo, propiedad de Venezuela.
No solo perpetraron un robo, sino que pretendían despojarnos de Pequiven e impactaron negativamente en la actividad primaria a los campesinos y productores de Colombia, subrayó.
El también ministro de Petróleo manifestó que las 23 personas con órdenes de captura internacional, con alerta roja, están acusados por los delitos de “usurpación de funciones, concierto para delinquir y legitimación de capitales”.
Añadió que esos ciudadanos fueron parte de juntas directivas y gerentes vinculados al hecho delictivo, y sobre los cuales pesan cuatro denuncias más igual número de causas abiertas desde 2019 y hasta el pasado año, por el Ministerio Público.
Estamos haciendo una auditoría profunda de la trama de corrupción para el robo de la empresa por parte de familiares y personas vinculadas a la extrema derecha, subrayó El Aissami.
El pasado lunes, el presidente de Pequiven, Pedro Tellechea, y el embajador de Venezuela en Colombia, Félix Plasencia, firmaron un documento en Bogotá con el cual la empresa pasó a manos de sus legítimos dueños, el Gobierno Venezolano.
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