Durante su discurso en el segmento de alto nivel del 77 período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, advirtió que los conflictos bélicos solo abren la Caja de Pandora, menoscaban la seguridad y la estabilidad del orbe.
Precisó que “la paz y el desarrollo son tendencias de estos tiempos”, insistió en apegarse a las consultas para ventilar y superar cualquier desavenencia, y estimó imperativo centrarse en impulsar nuevos motores de crecimiento y crear alianzas beneficiosas.
Wang se refirió a los cambios acelerados en un mundo agobiado por la persistencia de la pandemia de Covid-19, riesgos de todo tipo y turbulencias, pero al mismo tiempo mencionó como aspecto positivo el avance hacia la multipolaridad y la interconexión.
En ese sentido, clamó por mantener la apertura y el libre comercio, oponerse a la exclusión, proteccionismo y las barreras en los intercambios mercantiles, abandonar la confrontación y apostar por permanecer juntos en función de aumentar la solidaridad y la cooperación.
La humanidad –acotó- necesita paz, libertad, justicia y democracia. Las diferencias de sistemas no deben usarse como excusa para la confrontación ni tampoco utilizarse los derechos humanos para politizar.
Subrayó que ningún país está por encima de los demás ni tiene el derecho de recurrir a su poder para hostigar a otros, mientras convocó al respeto mutuo, promover relaciones ventajosas para todos, defender la igualdad y combatir las políticas de bloques.
Wang Yi reiteró el compromiso de China con el desarrollo pacífico y verde, el control de armas, la fluidez de las cadenas de suministro y la asistencia en múltiples sectores a las naciones más necesitadas.
Aseguró que Beijing protege los derechos humanos y cumple con todas las convenciones internacionales sobre ese tema, en tanto citó las contribuciones de su país en términos como la erradicación de la pobreza extrema, el aporte de 30 por ciento de la economía mundial e iniciativas de alivio de deuda.
Manifestó apoyo a la causa de Palestina, planteó retornar a la mesa de negociaciones para hallar una solución política a la desnuclearización de la península coreana y exhortó al Talibán a conformar políticas moderadas e impulsar el progreso socioeconómico de Afganistán.
Entre otras cuestiones, el canciller reafirmó el principio de Una sola China, advirtió contra los intentos por separar a Taiwán de su territorio y puntualizó que su país nunca renunciará a la reunificación de la isla.
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