“Nos ponemos a la orden para facilitar sus condiciones», expresó el presidente Nicolás Maduro en carta enviada al 77 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, leída en el plenario por el canciller Carlos Faría.
El jefe de Estado rechazó en su misiva todas las provocaciones militares y sanciones económicas e injerencistas tomadas contra Moscú, así como la campaña de odio desatada en detrimento del pueblo ruso por considerar que estas acciones, lejos de sumar a la paz, azuzan el fuego de la guerra.
Maduro se refirió a los diversos problemas globales que acechan hoy a todas las naciones del planeta y consideró a la paz y seguridad mundial como las más imperiosas, al ser severamente horadadas.
Independientemente de las posturas ideológicas, señaló, debemos convenir en la necesidad de priorizar el restablecimiento del camino diplomático, del diálogo político por encima del enfrentamiento militar.
Aseguró que la humanidad no sobrevivirá a una guerra mundial, por lo que a “nadie le conviene una escalada bélica en ninguna parte del mundo”.
Al referirse al conflicto militar entre Rusia y Ucrania, el gobernante venezolano mencionó que no existen guerras buenas ni malas, y recordó que a partir de la invasión de Estados Unidos a Afganistán en 2001 se quebró la confianza internacional.
Además, añadió, de agudizarse las contradicciones propias de la lógica imperialista y supremacista.
Recordó que desde entonces se vio “la sangre correr impunemente” por Iraq, Yemen, Haití, Somalia, Libia y Siria, de esta vergonzosa tragedia que da al traste con el indispensable Derecho Internacional.
Maduro aseguró que pese a lo expuesto, desde Venezuela “tenemos razones para ser optimistas” porque “hemos aprendido a confiar en los pueblos, en su inteligencia, benevolencia, apego por la justicia y la verdadera vida”.
Ponemos sobre la mesa nuestras potencialidades y firme convicción de trabajar activamente en la búsqueda de soluciones globales, subrayó.
En otro orden, comentó sobre las múltiples crisis que compiten en su potencia letal, confluyen y se articulan entre sí.
Señaló que la crisis climática agrava otras como la alimentaria, y la sanitaria profundiza las problemáticas sociales; en tanto la energética recrudece la situación económica y esta última pone en peligro la paz mundial.
También aludió Maduro a la crisis “no menos perniciosa” de la verdad, acrecentada hoy, opinó, por la contaminación informativa y las «fake news» (noticias falsas).
Nos enfrentamos a un régimen de representación, tergiversación y supresión de la realidad que impone el algoritmo de las nuevas tecnologías de la comunicación a conveniencia de los más poderosos, afirmó el presidente venezolano.
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