Minh Chinh orientó intensificar los llamados a pescadores y embarcaciones a buscar refugio, garantizar la seguridad de las granjas acuícolas, los medios de subsistencia de las personas, los estudiantes y los turistas, y proteger los sitios patrimoniales, la infraestructura y las instalaciones económicas para minimizar los daños.
El jefe de Gobierno se conectó a través de videoconferencia con las administraciones de ocho provincias y ciudades, 88 localidades a nivel de distrito y mil 155 comunas y distritos, donde se prevé que pudieran producirse las mayores afectaciones por el azote en las próximas horas de Noru, que se desplaza por el Mar del Este.
La cuarta tormenta tropical formada allí este año se dirige hacia la región central de Vietnam a una velocidad de entre 20 y 25 kilómetros por hora y mantiene vientos máximos sostenidos de hasta 166 kilómetros por hora.
Según el Centro Nacional de Pronóstico Hidrometeorológico, en las próximas horas continuará intensificándose.
Además de los fuertes vientos que le acompañan, el supertifón provocará intensas lluvias, por lo que también resulta necesario estar preparados para hacer frente a los deslizamientos de tierra e inundaciones posteriores a la tormenta, señaló Minh Chinh, citado por La Voz de Vietnam.
Hasta el momento, y ante el avance de Noru, autoridades de la aviación civil decretaron el cierre temporal de los aeropuertos de Da Nang, Phu Bai, Pleiku, Phu Cat y Chu Lai, y otras cinco terminales aéreas reprogramarán sus vuelos.
También fue suspendida la operación del tren de pasajeros Thong Nhat, incluido el tren SE5, que sale de la estación Hanoi a Ciudad Ciudad Ho Chi Minh, y el tren SE6, que viaja de Saigón hacia Hanoi, para evitar los impactos del tifón.
Mientras, en la provincia de Quang Nam fueron evacuadas más de mil personas y las escuelas en áreas peligrosas permanecerán cerradas el martes y el miércoles, y en Binh Dinh resultaron reubicadas cerca de 65 mil personas en lugares seguros.
Según trascendió aquí, datos preliminares de las autoridades locales revelaron que al menos cinco personas murieron en Filipinas tras el paso del supertifón Noru por la isla de Luzón.
La tormenta, que alcanzó una velocidad del viento de hasta 185 kilómetros por hora, obligó a cerrar escuelas, oficinas gubernamentales y el mercado de valores.
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