El texto lo preparó el Centro de Investigación para el Desarrollo de dicho territorio, indicó que la población en la región autónoma uigur elige el empleo voluntariamente y consideró un disparate los rumores sobre trabajo forzado en sectores como la industria algodonera.
Los obreros –acotó- firman contratos con empresas, reciben remuneración de acuerdo con la ley laboral de China y también disfrutan de plena libertad para escoger los lugares de trabajo.
Enfatizó en la garantía legal en términos de descanso y vacaciones, seguridad laboral y salud, y seguro social.
Respecto a la producción de algodón, detalló que durante 2020 la tasa de recolección mecánica alcanzó el 69,83 por ciento en Xinjiang.
Por otro lado, el documento mostró que la implementación de las políticas de planificación familiar entre las minorías étnicas se produjo 17 años después de aplicarse a la población Han y de forma más flexible.
La población uigur en Xinjiang creció de 10,17 millones en 2010 a 12,72 millones en 2018, un aumento del 25,04 por ciento, puntualizó, al calificar de mentiras las afirmaciones sobre la existencia del llamado ‘colonialismo Han’, y la anticoncepción y esterilización obligadas a mujeres de aquella región.
Entre otros puntos, el informe ratificó que el aborto tardío, las pruebas de embarazo forzadas y otras prácticas ilegales están prohibidas allí, donde hay fuerte presencia de musulmanes.
El Centro publicó su estudio para contrarrestar, principalmente, las acusaciones del académico alemán Adrian Zenz sobre la situación de los derechos humanos en Xinjiang.
‘Los datos y casos usados por Zenz en sus supuestos informes de investigación son resultados de la fabricación, la falsificación, citas sacadas fuera de contexto y combinaciones arbitrarias’, remarcó la institución china.
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