Como parte del programa oficial de conmemoraciones, esta mañana justo al amanecer se efectúo el izaje de la bandera en la plaza de Tian’anmen, y también en otras partes del país.
Este nuevo aniversario del nacimiento de la República Popular China llega en un contexto todavía marcado por la persistencia de la pandemia de Covid-19 junto al añadido del conflicto Rusia-Ucrania, que imponen retos a la economía nacional y empujan hacia una crisis global sin precedentes.
Asimismo, el país enfrenta tensiones con Estados Unidos, sus aliados en Europa y Asia que repercuten en los intercambios económico-comerciales.
En el banquete tradicional por la fecha el primer ministro Li Keqiang subrayó la importancia de estabilizar los fundamentos económicos para garantizar las operaciones del mercado, el empleo y las necesidades básicas de la población.
Ratificó la permanencia de la política de reforma y apertura, pidió abrir más las puertas al mundo exterior y dar la bienvenida a la cooperación, inversiones y otros negocios con socios extranjeros que conlleven al desarrollo mutuamente beneficioso.
Según Li, China en lo adelante consolidará los resultados de su lucha contra la pobreza y trabajará en “asuntos prácticos” como la mejora del sistema educativo, los servicios médicos, el cuidado de ancianos y la seguridad inmobiliaria.
Urgió mayores esfuerzos por implementar por completo el principio de Un país, dos sistemas en las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao, tras enfatizar que en el caso de Taiwán no se tolerará ningún intento separatista si bien sigue la apuesta por relaciones pacíficas entre Beijing y Taipéi.
El 1 de octubre China celebra su fiesta nacional porque en esa fecha de 1949 el pueblo, bajo la dirección del Partido Comunista, declaró la victoria en la Guerra de Liberación, ceremonia que tuvo lugar en la plaza de Tian’anmen.
A partir de hoy comienza también la llamada Semana de Oro, una iniciativa del Gobierno para ampliar los feriados por la efeméride, ayudar así a expandir el mercado de turismo interno y concederles más tiempo a las personas para las visitas familiares distantes.
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