Por Livia Rodríguez Delis
Periodista de la Redacción Internacional de Prensa Latina
Dicha área, integrada por Indonesia, Filipinas, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Brunei, Cambodia, Laos y Myanmar, ocupa progresivamente espacios en los flujos globales, pues en ella existen líneas vitales de comunicación de gran relevancia dada la confluencia de los océanos Pacífico e Índico, explicó a Prensa Latina el máster en Ciencias Eduardo Regalado, del Centro cubano de Investigaciones de Política Internacional (CIPI).
“El 80 por ciento del comercio mundial transita por esa región”, enfatizó el especialista.
De acuerdo con el experto, el Sudeste Asiático exhibe también un gran dinamismo económico, sustentado, en gran medida, por la existencia de numerosas cadenas de valor globales en la que participan las principales empresas transnacionales, y ejerce como un gran nódulo de concentración de dichos vínculos.
Las naciones de esa región tienen una amplia y profunda participación en las cadenas de valor y suministro de China, principal motor del crecimiento mundial, argumentó.
CLAVE DE RÁPIDO, CONJUNTO Y POTENCIADO DESARROLLO
En cuanto a su vertiginoso desarrollo, Eduardo Regalado aseguró que las potencias occidentales auparon con fondos a esos países en el marco de la “Guerra Fría” para que desarrollasen una economía capitalista con el deseo de enfrentar la avanzada del bloque socialista.
Dichos Estados, integrantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), resultaron favorecidos por lo que se conoce como el “modelo de los gansos voladores”, el que implicó un proceso gradual de especialización productiva y de redespliegue industrial en el área, apuntó el investigador cubano.
Además, según el especialista, en los resultados alcanzados influyeron políticas macroeconómicas prudentes y extensas acciones industriales y comerciales destinadas a regular la actividad económica y proteger los referidos sectores.
El investigador opinó que naciones como Indonesia, Filipinas, Malasia y Tailandia se desarrollaron de manera notable con el dinamismo económico y la modernización de sus estructuras productivas.
Desde 1960, diversas economías del Este y el Sudeste de Asia lograron ritmos de crecimiento muy superiores a los del resto del mundo. Más recientemente, Vietnam se sumó a esa dinámica y transformaciones económicas, pero dentro de una experiencia socialista, a la que se denomina “Doi Moi” o Renovación, refirió.
Los resultados alcanzados por esos países imprimieron una actividad sorprendente al área y se creó un proceso de sinergia regional que les permite competir eficazmente en los mercados mundiales, añadió.
ASEAN, ESQUEMA EFECTIVO DE INTEGRACIÓN
El especialista del CIPI apuntó que es meritorio destacar el crecimiento, desarrollo y relevancia internacional del Sudeste Asiático, el cual, señaló, se debe asimismo al proceso de integración de la Asean.
Este esquema responde a las necesidades de las naciones miembros bajo el fundamento de un “regionalismo abierto”. Aprovecha la diversidad y la complementariedad para estimular la sinergia entre los diferentes países de la región, acotó.
Subrayó que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, la cual en sus inicios se centró en la contención del socialismo en su entorno, avanza hasta poner en el centro de su actividad la promoción del desarrollo y consolidación de la cooperación.
Los países integrantes del bloque aprobaron su actuación en conjunto, con el propósito de formular políticas y coordinaciones dentro de la asociación, así como la adopción de una posición común ante terceros, precisó.
Para Eduardo Regalado, la organización, además de promover la cooperación política, económica y social con vistas al beneficio de sus integrantes, tributa significativamente a la conformación de una identidad del área que permite contrarrestar la inseguridad y la desconfianza entre dichos países.
Sus mecanismos tienen un gran nivel de integralidad, pues abarcan el comercio, finanzas, inversiones, servicios, energía, la industria, transporte, comunicaciones, propiedad intelectual, las pequeñas y medianas empresas y el turismo, detalló.
A la vez, la institución integracionista posee diversos esquemas con los que profundiza sus vínculos con actores relevantes de la región, destacó el especialista.
Entre ellos se encuentran Asean+3 (Asean más China, Japón y Corea del Sur) y Asean+6 (Asean más China, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda e India), los que les permiten extender la complementariedad y sustentar el dinamismo económico, apuntó.
MECANISMOS PROPIOS ANTE PANORAMA COMPLEJO
Por otra parte, el experto calificó de complicada la situación de los países del Sudeste Asiático con respecto a sus relaciones con Beijing y Washington, y con dichas potencias esas naciones muestran una posición de balance muy delicada, señaló.
Estados Unidos es la mayor potencia económica mundial y desempeña una política imperial, obsesionada con su dominación y hegemonismo, pero que muestra un declive relativo y progresivo, puntualizó.
Mientras que China es la segunda economía mundial y un gran motor del crecimiento global, a la vez que amplía su participación en el escenario político y económico internacional, con un carácter inclusivo y de cooperación, añadió.
De acuerdo con el especialista, históricamente los países del Sudeste Asiático han tenido una gran conexión económica y política con la nación norteña.
“En el orden político, algunos de sus países pertenecen al sistema de alianzas de Washington en el área. El gobierno estadounidense, sobre todo, explota la conflictividad de esos Estados para legitimar su presencia en la región en función de bloquear a China”, argumentó.
Asimismo, a partir del proceso de reforma y apertura, los vínculos económicos del Gigante Asiático crecieron de manera exponencial con la región, los cuales contribuyen, en gran medida, a la dinámica próspera del Sudeste Asiático, reflexionó.
Eduardo Regalado precisó que esta área tiene una gran participación en el proyecto de cooperación e integración denominado la “Franja y la Ruta”, el que le ofrece grandes potencialidades al crecimiento y desarrollo de los integrantes de la Asean.
Sin embargo, dijo, en los vínculos políticos con China, a pesar de que progresan, existen disputas de islas en el Mar del Sur con naciones del área.
“Con Estados Unidos mantienen una relación económica, pero no a la dimensión y trascendencia que con China; mientras, en el ámbito político, algunos fortalecen sus lazos con la potencia hegemónica, principalmente, para alcanzar un contrapeso en el litigio de las islas que disputan con China”, destacó.
Respecto a China, aseguró, dichos Estados se manifiestan muy activos en los vínculos económicos, los cuales les protege de turbulencias de los mercados globales, a la vez que le imprimen un gran dinamismo y perspectivas a su evolución.
En el orden político, de manera general los diálogos se desarrollan, pero mantienen una posición litigante con respecto al reclamo de territorios marítimos, culminó.
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