Durante un encuentro con la embajadora norteamericana en esta capital, Dorothy Shea, el legislador facilitó las enmiendas solicitadas por Líbano en relación al borrador de la propuesta de Hochstein, tras el encuentro de las máximas autoridades del Estado, Gobierno y el Parlamento.
Bou Saab destacó a Al Mayadeen que Líbano no renunció a ninguna parte de sus derechos y no pagará compensación al enemigo israelí.
El diputado aseguró que el país ganó más que la otra parte en su reconocimiento del proyecto de acuerdo de demarcación, al tiempo que resaltó la imposición en las negociaciones del factor fuerza de la ecuación Ejército, pueblo y Resistencia.
Ayer, el presidente de la República, Michel Aoun, junto al primer ministro designado, Najib Miqati, y el titular del legislativo, Nabih Berri, consolidaron la adhesión unificada respecto al texto de Hochstein, sobre la demarcación de las fronteras marítimas del sur.
En este contexto, el mandatario Aoun descartó cualquier asociación con la entidad israelí y ratificó que la empresa francesa Total comenzará a operar en la zona económica exclusiva.
Por su parte, el secretario general de la Resistencia islámica libanesa, Hassan Nasrallah, recalcó que, si el expediente de la disputa con Israel alcanza el resultado requerido y bueno para el país, “será producto de la unidad, la cooperación y la solidaridad nacional”.
Desde Tel Aviv, expertos y analistas militares y de seguridad advirtieron sobre la retirada de Israel del acuerdo que delimita las fronteras marítimas entre la Palestina ocupada y Líbano. La nación de los cedros defiende la posición unificada en relación a la Línea 23 y todo el campo de Qana, una zona rica en petróleo y gas en disputa, de unos 860 kilómetros cuadrados.
A inicios de junio ultimo, la presencia de la plataforma Energean Power al servicio de Israel en la frontera sur de Líbano con Palestina ocupada avivó la disputa marítima con Tel Aviv, en pausa desde mayo de 2021 tras cinco rondas de negociaciones. Para la mayoría de los libaneses, la posibilidad de invertir y explotar en su riqueza de gas y petróleo aliviaría el impacto de la crisis económica y financiera.
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