Las fuerzas de seguridad de la vecina nación arrestaron a Al-Rifai el 24 de septiembre, cuando allanaron su vivienda en el poblado de Kafr Ein, al noroeste de esta ciudad.
Un comunicado de esa institución alertó que el joven fue detenido en varias oportunidades por los militares.
Denunció que en la actualidad no recibe ningún tipo de medicamento y que necesita una operación urgente, aunque el servicio penitenciario israelí está postergando su aprobación.
Recientemente, la Comisión condenó el trato inhumano que reciben los palestinos enfermos en las cárceles y advirtió que esa política es una amenaza real para sus vidas.
El primer ministro palestino, Muhammad Shtayyeh, instó en septiembre a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a presionar al gobierno israelí para que permita examinar a sus compatriotas detenidos en las prisiones de ese país.
Durante un encuentro con el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Shtayyed pidió a la institución que interceda ante Tel Aviv para que mejore las condiciones de atención médica a los reclusos palestinos.
Según el Centro Palestino de Estudios sobre Prisioneros, de los 700 detenidos con problemas de salud en las cárceles israelíes unos 200 padecen enfermedades crónicas y otros 23, cáncer o tumores.
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