Una semana después de la primera votación, Berri convocó a plenario a los representantes en medio de la ausencia de consenso para nombrar al próximo miembro de la comunidad cristiana maronita en asumir la Presidencia de la nación.
Según la Constitución, en la ronda inicial de votaciones el candidato debe obtener una mayoría de dos tercios, o 86 sufragios, para ganar, y de haber segunda vuelta el postulante necesita 65.
En caso de vacancia, las funciones del mandatario serán delegadas en el Consejo de Ministros, de conformidad con el artículo 62 de la carta magna.
Líbano buscará designar al presidente de la República número 14 después de la independencia antes del 31 de octubre venidero, fecha límite de la gestión del actual jefe de Estado, Michel Aoun.
El artículo 49 del texto legislativo libanés puntualiza que al expirar el mandato del presidente de la República, este no podrá ser reelegido hasta el transcurso de otro período de seis años.
Desde el primer mandatario de la República, Bechara El Khoury (1943-1952), Líbano enfrentó vacíos constitucionales en los períodos de 1989, 2007-2008 y 2014-2016, además del asesinato de dos presidentes: Bachir Gemayel (1982) y Rene Moauad (1991).
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