En rueda de prensa celebrada minutos después de pedirle la renuncia al ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, Truss informó que dará marcha atrás a su propuesta inicial de anular el incremento del impuesto de sociedades anunciado por el Gobierno anterior.
Está claro que algunas partes de nuestro mini presupuesto fueron demasiado rápido de lo que esperaban los mercados, afirmó la gobernante, en alusión a la desestabilidad financiera que provocó la estrategia con la cual el Ejecutivo pretende estimular el crecimiento económico y combatir la inflación.
El plan de Truss, quien asumió el cargo de primera ministra el 6 de septiembre pasado, incluye una histórica rebaja de impuestos, valorada en 45 mil millones de libras esterlinas (casi 50 mil millones de dólares).
La falta de detalles sobre la forma en que el Gobierno pretende financiar el recorte fiscal y el paquete de ayuda energética para el sector residencial y las empresas, generó temores de un aumento desproporcionado de la deuda pública británica, y de que se afecten el gasto público y los beneficios sociales.
La desconfianza de los inversionistas derrumbó temporalmente el valor de la libra esterlina, y obligó al Banco de Inglaterra a comprar los bonos del Estado para apuntalar a la divisa británica.
Esas compras de emergencia, sin embargo, finalizan este viernes, por lo que no se descarta un nuevo desplome de la libra, en medio de crecientes presiones sobre la primera ministra para que renuncie.
Interrogada al respecto, Truss, quien confirmó al excanciller y exministro de Salud Jeremy Hunt como nuevo titular de Hacienda, descartó abandonar el número 10 de Downing Street por su propia voluntad, y dijo estar absolutamente determinada a implementar su plan económico.
Varios diputados británicos citados por medios de prensa británicos dijeron que el nuevo “giro en U” empeoró aún más las cosas para la primera ministra, mientras que desde la oposición, el líder laborista, Keir Starmer, apuntó que el despido de Kwarteng no resarcirá el daño causado por el Gobierno.
Desde Escocia, la jefa del gobierno autónomo y líder del Partido Nacional Escocés, Nicola Sturgeon, pidió la renuncia de Truss, para garantizar, dijo, la estabilidad económica del país.
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