Durante una reunión del gabinete, el funcionario instó a Naciones Unidas a presionar a ese país para que levante los bloqueos contra el campamento de refugiados de Shuafat y la aldea de Anata, cercanos ambos a Jerusalén, y a la ciudad de Nablus, en el norte de la Ribera Occidental.
Los militares cerraron Shuafar y Anata hace 10 días como parte de la cacería contra un atacante palestino que mató a una soldado en un punto de control en Jerusalén.
Poco después, los uniformados clausuraron los accesos de Nablus tras una ola de ataques de una nueva milicia palestina que tiene como base a esa ciudad, una de las más pobladas del territorio.
La situación provocó problemas de abastecimiento de productos de primera necesidad, e impidió que trabajadores, estudiantes y enfermos pudieran salir de esas localidades.
El cierre de Nablus interrumpió la vida diaria en la urbe y obstruyó la labor de comerciantes, empleados públicos y de todos los residentes, denunció el primer ministro.
La continua agresión contra nuestro pueblo debe cesar, subrayó el jefe de Gobierno palestino.
Shtayyeh se refirió a su visita ayer a la norteña ciudad de Jenín y a su aledaño campamento de refugiados, objetivos casi a diario de redadas castrenses desde principios de año, que causaron docenas de muertos.
Observé una gran ira de la población ante los crímenes de Israel, apuntó el político, citado por la agencia oficial de noticias Wafa
En reiteradas ocasiones el presidente Mahmoud Abbas y otros funcionarios palestinos advirtieron de un nuevo estallido en los territorios ocupados por el incremento de las agresiones.
Precisamente, en recientes declaraciones al diario Maariv, fuentes de seguridad de Tel Aviv destacaron el notable incremento en los últimos meses de incidentes violentos en Cisjordania.
En ese sentido, el periódico detalló que en agosto se reportaron 24 tiroteos y en septiembre 33, la mayoría de ellos contra objetivos castrenses israelíes.
Por su parte, el Canal 12 reveló que ayer el primer ministro israelí, Yair Lapid, se reunió con los jefes de las agencias de seguridad nacionales para evaluar el incremento de los ataques de la milicia palestina Leones de la Guarida, que causó la muerte de tres militares en incidentes separados en octubre.
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