Esta cifra representa un aumento de 477 por ciento en comparación con los 2,2 millones de dólares de ingresos directos de la anterior etapa, de acuerdo con Anayansy Rodríguez, directora del Inguat.
El sector de cruceros constituye un esfuerzo importante en la recuperación económica del país y de la llamada industria del ocio, una de las más afectadas aquí por la pandemia de la Covid-19 y que aún no logra sus niveles históricos.
En ese sentido, se espera la llegada de 55 cruceros, 42 por Puerto Quetzal (Escuintla-Pacífico) y 24 por Santo Tomás de Castilla (Atlántico).
El pasado sábado arribó el primero de su tipo, el Nieuw Amsterdam a la terminal Marina Pez Vela (Escuintla).
Para la temporada recién iniciada, se esperan nueve buques y tres líneas nuevas, en total, 84 mil cruceristas y 42 mil tripulantes, confirmaron autoridades del Inguat.
Entre los atractivos a disposición de los visitantes están el parque arqueológico Quiriguá, el cañón de Río Dulce, Livingston, el Castillo de San Felipe, el sendero Las Escobas, ensenada Verde, hacienda Tijax y bahía de Amatique Bay en la parte del Atlántico.
Por su parte, del lado del Pacífico las ofertas incluyen la ciudad colonial de Antigua y los pueblos que la rodean, el famoso lago de Atitlán, fincas cafetaleras y de macadamia, el auto safari chapín, el volcán de Pacaya y el sitio arqueológico Iximché.
Desde ambos puertos, por vía aérea, también es posible visitar el Parque Nacional Tikal.
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