Luego de dos años de no salir masivamente a manifestar debido a la pandemia, este día la clase trabajadora recordó los logros de la gesta emancipadora del pueblo que puso fin a casi medio siglo de dictaduras, y al mismo tiempo denunció la corrupción e impunidad imperante bajo el Gobierno de Alejandro Giammattei.
«Viva la Revolución, No a la discriminación», «Por la unidad y retoma de la Revolución», «Mi país no es un negocio», «Por una salud y una jubilación digna para los trabajadores», «No a los precios altos del combustible» y «Guatemala nunca más», fueron frases que sonaron durante el amplio recorrido por principales avenidas capitalinas.
También destacaron las conquistas del proceso encabezado por los presidentes Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz (llamado primavera democrática), pero no como recuerdo nostálgico, sino como guía y ejemplo para la necesaria unidad con vista al proceso electoral de 2023, dijeron a Prensa Latina varios entrevistados que portaban fotos de los gobernantes.
En particular, resaltaron la figura de Arbenz, el hombre que se atrevió a desafiar a Estados Unidos y fue derrocado por un golpe de estado con el apoyo de la CIA.
No le pudieron perdonar medidas como el seguro social, el voto de las mujeres, el derecho a la huelga y en particular, una reforma agraria que perjudicó intereses norteamericanos de la bananera United Fruit Company y de la compañía de ferrocarriles de Centroamérica, recordaron usuarios en redes sociales, donde también se rindió tributo a la efeméride.
En la marcha -convocada en la ciudad y cabeceras departamentales, también participaron autoridades de pueblos originarios y la Coordinadora General de Estudiantes de la Universidad de San Carlos, la cual defiende la autonomía usurpada en recientes elecciones a rector, según sus líderes.
«Por nuestro derecho a una digna educación superior, pública y popular» y «No tenemos rector», se leía en el mar de afiches, lonas y pancartas que mostraron durante la caminata hasta la icónica Plaza de la Constitución, en la zona 1 del Centro Histórico.
Al paso por la sexta avenida, la Asociación de Estudiantes Universitarios rindió el tradicional tributo a su líder Oliverio Castañeda de León, a 44 años de su asesinato a balazos, justo un 20 de octubre, pero de 1978, luego de su discurso-denuncia contra la represión del Estado.
Otra vez su frase ¡Podrán masacrar a los dirigentes, pero mientras haya pueblo habrá revolución! resonó frente a la entrada del Pasaje Rubio, lugar donde dos placas marcan donde cayó y la frase final que pronunció ese día en el Parque Centenario.
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