El portavoz del secretario general de la organización, Jamal Rushdi, denunció en un comunicado la operación de los rebeldes, quienes utilizaron drones para bombardear la terminal.
La peligrosa escalada hutí representa un desprecio y un desafío a los incansables esfuerzos internacionales y regionales destinados a renovar la extensión del armisticio en Yemen, afirmó.
Rushdi alertó que la destrucción de los puertos deteriorará aún más la situación humanitaria en ese país.
La guerra estalló en 2014, cuando los rebeldes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del país, incluida su capital.
Al año siguiente una coalición árabe, encabezada por Arabia Saudita, intervino en el conflicto en respaldo del Ejecutivo.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 23 millones de yemenitas, de un total de 31 millones, necesitan asistencia humanitaria o protección, pero las agencias de la ONU solo pueden proporcionar ayuda a 11,6 millones cada mes.
La situación se agravó este año por la severa sequía que afectó a gran parte de esta nación árabe, seguida luego por torrenciales lluvias que inundaron numerosas zonas del territorio nacional.
La OCHA estima que más de 500 mil niños en Yemen sufren desnutrición aguda, incluidos 60 mil afectados por complicaciones médicas, quienes corren el riesgo de morir.
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