El gobierno checo aplica medidas en un intento por reducir los efectos de la salida en masa de inmigrantes, cuya labor se hace imprescindible ahora para relanzar la economía, tras meses de retroceso, causado por el efecto de la Covid-19.
Ahora las compañías nacionales ponen su atención en las agencias de recursos humanos y de contratación laboral para contar con el personal suficiente para echar adelante sus negocios, señaló Radio Praga Internacional.
Tal situación llevó a las empresas a efectuar en línea las entrevistas con futuros empleados, mientras concentran la producción en este país y cierran filiales en otras naciones, incluido en México, señaló el medio de prensa.
De acuerdo con Tomas Rehak, de la agencia ManpowerGroup, los empresarios checos intentan atraer la atención al mercado laboral nacional de personas en Grecia o en Hungría, pero con poco éxito.
Muchos de los convocados prefieren recibir subsidios especiales de desempleo en sus países por la Covid-19 y otros alegan que la República Checa es aún un país de riesgo para contraer el coronavirus SARS CoV-2, causante de la pandemia.
Lo anterior se conoce cuando el ejecutivo checo prevé flexibilizar el próximo lunes las limitaciones epidemiológicas y con ello intentar una recuperación económica.
Esta nación de 10,67 millones de habitantes acumula un millón 636 mil 836 casos positivos de la citada dolencia, incluidos 29 mil 421 fallecidos.
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