Estos crímenes e incursiones sangrientas representan la implementación de la política oficial israelí destinada a imponer la ocupación a nuestro pueblo, denunció el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados en un comunicado.
La cancillería “responsabilizó total y directamente” al ejecutivo de Tel Aviv por esas acciones.
También el portavoz oficial de la presidencia, Nabil Abu Rudeina, condenó la nueva ofensiva, que consideró un crimen de guerra.
El movimiento gubernamental Fatah afirmó que “el pueblo palestino enfrentará la agresión de la ocupación y defenderá sus legítimos derechos nacionales e históricos”.
La formación llamó a intensificar la resistencia popular contra Israel en los territorios ocupados.
Mientras, la máxima figura del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), Ismail Haniyeh, señaló que “Nablus marca el camino con la sangre de los mártires”.
Estos sacrificios solo alimentarán la revolución en Cisjordania, manifestó Haniyeh.
También la Yihad Islámica consideró la ofensiva castrense contra esa urbe como “un crimen organizado y un acto terrorista”.
En similar sentido se pronunció el Frente Democrático para la Liberación de Palestina.
Las fuerzas de seguridad israelíes mataron hoy a seis palestinos en Cisjordania, cinco de ellos durante el asalto a la norteña ciudad de Nablus, en la jornada más cruenta en el territorio en lo que va de año.
Esa última ciudad es el bastión de Los leones de la Guarida, una nueva milicia palestina que en los últimos meses realizó numerosos ataques contra las fuerzas de ocupación.
Desde mediados de este mes, el Ejército mantiene bloqueado a Nablus, en medio de numerosas criticas internacionales por las consecuencias humanitarias en la urbe.
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