Según la fuente, el gobierno propuso enmendar una ley especial sobre asistencia a los ciudadanos de Ucrania.
De acuerdo con el periódico, los desplazados ucranianos que reciben números de identificación especiales PESEL tendrán acceso limitado a los beneficios sociales, como un subsidio mensual por hijo de 500 złoty (104 euros), y deberán contribuir a sus gastos de manutención.
Recientemente, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, afirmó que las autoridades del país no descartan una nueva afluencia de refugiados de Ucrania y se preparan para diferentes escenarios.
El periódico Rzeczpospolita señala que en los últimos meses Polonia gastó cinco millones 500 mil zlotys (más de un millón 100 mil de dólares) en ayuda para los refugiados, de los cuales cuatro mil millones de zlotys son pagos por transporte, vivienda y alimentación.
Otros mil millones de zlotys son desembolsos sociales recibidos por refugiados.
Ahora, los acogidos que, después del registro, abandonan Polonia por un período de más de 30 días, están excluidos del número de personas que tienen la oportunidad de recibir beneficios sociales para niños.
Está previsto que los costos de vida en centros especiales para amparados que tienen la oportunidad de trabajar se paguen por sí solos.
El Servicio de Guardia de Fronteras de Polonia, desde el 24 de febrero, reportó más de siete millones 26 mil ingresos desde Ucrania, de los cuales cinco millones 45 mil han regresado.
Tras el inicio de una operación militar especial rusa en Ucrania, ante la solicitud de ayuda de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk para contrarrestar la agresión de grupos paramilitares neonazis, varios países occidentales activaron sanciones contra Moscú y aumentaron el suministro de armas a Kiev por cantidades que actualmente se estiman en miles de millones de dólares.
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