Según anunció en conferencia de prensa el vocero del secretario general de la ONU, António Guterres, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) comenzó a suministrar agua potable a unas mil personas en la comuna Cité Soleil, epicentro de la enfermedad que provoca diarrea y deshidratación severas.
El Programa Mundial de Alimentos también distribuyó víveres allí y el pasado fin de semana llegó a unas seis mil personas de las consideradas más vulnerables.
Mientras, la Organización Internacional para las Migraciones proporciona 75 mil artículos contra el cólera y de higiene a los pacientes en centros de tratamiento, a la población local y a los reclusos.
A su vez, el Fondo de Población de las Naciones Unidas estableció clínicas móviles que ofrecen servicios de salud sexual y reproductiva en zonas afectadas por la violencia de las bandas armadas y con un alto índice de casos sospechosos de ese padecimiento.
Sin embargo, Dujarric comentó que la falta de combustible en el país y la inseguridad por las pandillas dificulta a los trabajadores humanitarios llegar a los necesitados, en medio de la crisis económica, política y social en ese Estado, agravada tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse (1968-2021).
Según el Ministerio de Salud de Puerto Príncipe, el número de casos sospechosos de tener esa dolencia casi se duplicó entre el 20 y el 23 de octubre, pasando de unos mil a cerca de dos mil.
Los niños menores de 14 años representan casi la mitad de todos los posibles enfermos, acotó Unicef.
A inicios de este mes el Consejo de Ministros de esa nación caribeña aprobó el despliegue de soldados para contener a las bandas y justificó la intervención por el riesgo de una crisis humanitaria, lo cual recibió el rechazo de organizaciones sociales y políticas.
La pasada semana el Consejo de Seguridad de la ONU dio luz verde a una resolución que busca poner fin a la violencia en Haití con la imposición de sanciones a grupos armados causantes de la desestabilización del territorio.
El país caribeño estaba sin reportar casos de cólera desde 2019, nueve años después de la introducción de una cepa por militares de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilidad, que costó la vida de casi 10 mil personas y enfermó a más de 850 mil.
jha/cgc