El llamado de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), el Centro Africano de Estudios de Justicia y Paz y el Monitor de Derechos Humanos de Sudán se produce un año después de que los militares tomaran el poder en el país africano.
Las entidades condenan la represión mortal contra las manifestaciones populares y pacíficas que exigen una transición civil urgente.
Pidieron respetar la plena inclusión de la sociedad civil y asegurar el respeto de su demanda.
Asimismo, solicitaron investigaciones independientes para que todos los perpetradores rindan cuentas y las víctimas reciban justicia.
Por su parte, la presidenta de la FIDH, Alice Mogwe, dijo que la crisis actual en Sudán y su escalada de violencia subrayan la necesidad de una transición hacia una dispensación democrática que responda y rinda cuentas a las necesidades de las personas.
Desde el golpe militar de 2021, la situación de seguridad se ha deteriorado continuamente en todo el país, sobre todo en el estado del Nilo Azul, donde recientemente murieron al menos 220 sudaneses.
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