A través de su cuenta de Twitter, la entidad de Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres aquí resaltó que el proyecto en el poblado de Jabal Mohsen constituye una solución local y sostenible para satisfacer la creciente demanda de suministros de higiene menstrual como resultado del colapso actual en Líbano.
En la apertura de la empresa, el embajador de Japón en Líbano, Takeshi Okubo, puntualizó que la unidad de Trípoli para fabricar toallas higiénicas a bajo costo arrojó resultados muy positivos al generar oportunidades de trabajo para las mujeres.
En este propósito, el gobierno nipón apoyó nuevamente a la entidad en la instalación de paneles solares para mejorar la productividad en medio de la crisis eléctrica de la nación.
Okubo destacó que la iniciativa ayuda a reconocer el papel activo y vital de las mujeres a nivel económico en su sociedad al brindarles oportunidades laborales sostenibles; y en ese sentido, Japón reiteró su compromiso de ayudar a las comunidades más desfavorecidas.
En la ocasión, Rachel Dore-Weeks, representante de ONU Mujeres en el país reconoció que el proyecto proporciona una modelo para satisfacer las necesidades humanitarias urgentes, como la salud y el desarrollo económico en el país.
Durante la primera fase, más de 10 mil paquetes de toallas sanitarias fueron distribuidas a mujeres y niñas en los barrios de Jabal Mohsen, al mismo tiempo que buscaban crear conciencia sobre la higiene menstrual.
En la actualidad 60 mujeres trabajan en la unidad con una producción de 30 mil paquetes de toallas sanitarias, 15 mil de ellos para mujeres y niñas que viven en situaciones difíciles.
Como resultado de la producción, dos mil 400 mujeres y niñas recibirán toallas higiénicas para cubrir sus necesidades durante un período de seis meses, con el fin de reducir la carga financiera de la compra de suministros menstruales.
De acuerdo con ONU Mujeres, proyectos similares surgirán el próximo año en Beirut y Saida con el apoyo del gobierno japonés.
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