El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) informó sobre disparos en el pabellón 1 de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande del país, donde activaron el protocolo de seguridad.
Horas antes un grupo de más de 500 reclusos fueron trasladados desde ese centro para otro de Manabí, y aparentemente los disturbios son en protesta a esa decisión.
Además, se registraron nuevos atentados con coche bomba en los interiores de la Universidad Católica de Guayaquil y ataques a una unidad de salud de esa ciudad del oeste.
Desde la madrugada del martes y durante todo el día de hoy varias bandas realizaron más de 10 atentados en gasolineras, unidades de policía y un hospital, y causaron la muerte de cinco agentes.
En medio de la crisis de seguridad, el Ministerio de Educación anunció la suspensión de las clases presenciales en todas las instituciones públicas y particulares en Guayaquil y Esmeraldas, otra de las provincias donde tuvieron lugar los hechos violentos.
El presidente Lasso declaró en ambas demarcaciones estado de excepción por 45 días y estableció toque de queda de 21:00 a 05:00, hora local, mientras persista esa situación.
Mediante el decreto ejecutivo 588, el mandatario decidió prohibir la libertad de asociación y reunión ante posibles amenazas al orden público y autorizó las inspecciones o requisas en domicilios en busca de armas y explosivos.
Ecuador concluirá el año con la cifra más alta de asesinatos en las últimas tres décadas debido a la falta de inversiones sociales y políticas públicas frente a la violencia imperante, estiman expertos en la materia.
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