La función en la sala Avellaneda del Teatro Nacional cierra el homenaje de la edición 27 del Festival Internacional de Ballet de La Habana al aniversario 79 del debut de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso con ese clásico en el American Ballet Theatre.
La directora del BNC, quién ha estado fuera de los escenarios por un tiempo debido a su maternidad, dijo en conferencia de prensa reciente que ha sido un proceso largo, pero de completa dedicación y entrega para lograr la excelencia.
“Reunir en la misma función, las dificultades técnicas, la maestría, los detalles artísticos y una nueva pareja, será una de las realizaciones más grandes de mi carrera”, señaló.
Sobre la bailarina cubana, el historiador de la institución, Miguel Cabrera, recordó que hace 25 años, el 14 de diciembre de 1997, Viengsay debutó como una nueva Giselle cubana, a la vez que consideró un honor para el BNC que ella reaparezca el día en que esa obra puso a la isla caribeña en el mapa mundial de ballet.
La primera bailarina del BNC señaló que a pesar de haber ensayado una sola vez, alcanzó con Tissi esa “alquimia” que precisamente constituye la magia del Festival Internacional de Ballet, la posibilidad de confrontar diferentes técnicas, unir escuelas y nacionalidades, que conjugan el lenguaje universal del baile.
Después de trabajar en el Ballet de la Ópera Estatal de Viena y en el Ballet del Teatro de La Scala de Milán al principio de su carrera, Jacopo Tissi se mudó a Moscú para unirse al Ballet del Teatro Bolshoi en 2016.
Fue nombrado bailarín principal en diciembre de 2021, convirtiéndose en uno de los pocos extranjeros en alcanzar este puesto en la historia de la compañía rusa, pero regresó a La Scala en la temporada 2022-23 como bailarín principal invitado.
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