El BCE subrayó que las instituciones financieras de la región, cuando decidan dichos volúmenes, tienen que hacerlo con cuidado para no atrofiar el desarrollo de las economías de los 19 países que utilizan al euro como moneda común.
La respuesta macroprudencial debería tener en cuenta los vientos en contra del crecimiento económico a corto plazo, y evitar que un aumento de los colchones de capital repercuta en el endurecimiento excesivo de las condiciones de crédito en la coyuntura actual, acotó un comunicado de la institución.
Estas declaraciones llegan en medio de un escenario inflacionario donde la entidad asumió iniciativas restrictivas de política monetaria para intentar frenar los altos precios en la región.
Es esta una realidad a la que el BCE y otras instituciones financieras centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos intentan combatir con la subida de sus tipos de interés.
En ese sentido, el presidente del Banco Central de Irlanda, Gabriel Makhlouf declaró recientemente que la zona del euro enfrenta una combinación de alta inflación y bajo crecimiento económico, y esto acrecienta la posibilidad de una recesión técnica.
La eurozona está integrada por 19 de las 27 naciones de la Unión Europea, entre ellas Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos y Portugal.
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