Chavelita como es conocida en su país y en gran parte del mundo, nació en el años 1922 y según dice nunca movió influencias para escalar puestos. Fue una de las primeras mujeres en graduarse de la facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador (UES), en 1948, de la que años después sería decana.
Esta mujer salvadoreña, con una extensa labor de servicios en el país y en otras naciones, cree en que adquirir conocimiento solo sirve cuando se busca beneficiar a los demás, para lograr el desarrollo de la sociedad.
Durante 20 años fue representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud, apoyando el desarrollo de recursos humanos en México, República Dominicana, Venezuela, Cuba, Haití y otros países latinoamericanos, y fue artífice en la creación del Programa de Formación en Salud de la OPS.
Su trayectoria muestra que alcanzó puestos públicos después de los 70 años de edad, por ejemplo, llegó a la rectoría de la UES a los 77 años y finalizó a los 85. Se convirtió en ministra de Salud a los 87 y asesora de salud y educación a los 92.
Para ella, según afirma, la edad no es excusa para dejar de contribuir al país que ama. “Quiero mucho a mi país y creo que en algo, tratando de contribuir en su desarrollo, he crecido yo”, dijo recientemente en una entrevista radial.
La doctora, exrectora, exministra y poseedora de más de 11 honoris causa termina su reflexión del centenario de su natalicio afirmando que “lo importante es que entendamos que estamos luchando por crecer todos”.
Este sábado, como reconocimiento su labor en el exterior, la Embajada de Cuba en El Salvador llegó hasta Chavelita para homenajearla y reconocer su aporte a la salud en América Latina.
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