El vocero de la cartera, Omar Salameh, calificó de crítica la situación y advirtió sobre un empeoramiento de escenario en los próximos meses.
Aumento de temperaturas y disminución de precipitaciones derivadas del calentamiento global afectaron a cultivos y disponibilidad de servicio del vital líquido, precisó una comunicación del Ministerio.
La nación desértica necesita alrededor de mil 300 millones de metros cúbicos de agua al año, pero hoy acusa un déficit de 400 a 450 millones.
Este año, las reservas de las tres presas de agua potable están en niveles críticos, a solo un tercio de su capacidad, apuntó Salameh.
Al mismo tiempo, el consumo de agua en los hogares aumentó en 10 por ciento desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, explicó, porque la gente permanece en casa en medio de restricciones.
En virtud de un acuerdo de paz de 1994 con Israel, Tel Aviv está obligado a proporcionar al reino 55 millones de metros cúbicos de agua al año de forma gratuita.
Este año, Jordania pidió ocho millones adicionales, de los cuales solo recibirá tres.
Para compensar ese déficit, la solución consistirá en bombear agua del manto freático, adelantó Salameh, y extremar medidas contra quienes rompen tuberías para disfrutar del servicio sin pagar.
Según un informe de la ONU presentado en 2019, el reino hachemita es uno de los de mayor escasez de agua en el mundo. Extrae casi 60 de su consumo de acuíferos subterráneos al doble de la velocidad a la que se puede renovar ese recurso de manera natural, asegura ese estudio.
El agua de Jordania es suficiente para sustentar a dos millones de personas, en un país con cerca de 10 millones, una cifra que se incrementó en la última década con la llegada de unos 1,5 millones de refugiados sirios, refiere el análisis de la ONU.
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