Su obra deslumbra hoy en Madrid en un encuentro con el arte de ese periodo, que emprende la undécima etapa de su largo viaje alrededor del mundo con la exposición Magister Raffaello.
Raffaello Sanzio (Urbino, 6 de abril de 1483-Roma, 6 de abril de 1520) en toda su plenitud gracias a la tecnología, capaz de reunir toda su espléndida obra en el Istituto Italiano di Cultura, en el bello Palacio de Abrantes de la capital española.
Maestro del pincel y de la arquitectura, se atrevió a retar de alguna manera al gran Leonardo Da Vinci, siendo mucho más joven. De hecho, los especialistas aseguran que su retrato de Maddalena Doni copia el modelo de la Gioconda.
Su cercanía con el Vaticano le permitió trabajar en la estancia de la Signatura, mientras Miguel Ángel concebía en la antigua bóveda de la capilla Sixtina su obra esencial renacentista.
Las semejanzas fueron evidentes, según los expertos, lo que demostraba el ingenio de Rafael.
Ahora Madrid expone con regocijo su trayectoria, proyectada por Magister Art con una refinada selección de sus trabajos. Magister Raffaello es promovida por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional de Italia.
“Estoy seguro de que esta esplendida exposición dedicada a Raffaello, en el aniversario 500 de su muerte, encantará a los amigos españoles y representará otra importante evidencia del ‘renacimiento’ de las relaciones ítalo-españolas, sobre todo en el ámbito cultural”, destacó el embajador de Italia, Riccardo Guariglia.
Imágenes, narraciones, música y un segmento que busca atraer a los niños, sirven de soporte para revelar el profundo significado de las obras del gran artista, que ofrece, al mismo tiempo, un recorrido de aprendizaje y conocimiento para explorar la vida y las obras de Rafael.
La directora del IstitutoItaliano di Cultura di Madrid, Marialuisa Pappalardo, comentó que a lo largo de su vida, “Raffaello asimiló e hizo suyo un concepto fundamental del Renacimiento: el arte, con sus formas representa un ideal de bienestar, serenidad y belleza al que los seres humanos siempre aspiran”.
(Tomado del Semanario Orbe)