La decisión ‘es un primer paso en la buena dirección (pero) no se traducirá en un cambio de la noche a la mañana, declaró el director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CPCE), John Nkengasong.
El facultativo agregó durante una rueda de prensa virtual que ‘ahora, lo que necesitamos son vacunas que podamos inyectar en los brazos de las personas, mientras desarrollamos nuestra capacidad de producción’.
La postura del funcionario se explica por el bajo nivel de vacunación en África subsahariana: ocho inmunizados por cada mil habitantes, cifra mínima si se considera que la población de este continente es de mil 300 millones de habitantes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Consideró que el primer paso para ver resultados de la liberación de las patentes es reforzar la capacidad de producción del antígeno con los sectores público y privado de algunos países africanos al norte y el sur del Sahara que poseen capacidad de producción, tales como Sudáfrica, Senegal, Ruanda, Marruecos, Túnez, Egipto y Argelia.
Estimó que los efectos de la decisión del mandatario estadounidense podrían tener efectos prácticos en un momento indeterminado del año próximo.
Mientras, en otra rueda de prensa virtual, un portavoz del OMS advirtió que el cese de las exportaciones de vacunas AstraZeneca, producidas por el Instituto Serum de la India, para asegurar la provisión de ese país asiático, pone en riesgo la provisión del medicamento a través del mecanismo Covax.
De su lado, la directora regional de la OMS en África, Matshidiso Moeti, dijo que la decisión de Biden podría marcar un punto de inflexión para África, al desbloquear millones de dosis’, pero insistió en la expansión de la capacidad de producción de vacunas en el continente o la adquisición de los ingredientes necesarios.
‘Esperamos que las negociaciones concluyan rápidamente para que podamos acelerar la producción y el despliegue de vacunas seguras y efectivas’, añadió Moeti.
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