Los ciudadanos encontrados la víspera en el río Isabela por miembros de la Defensa Civil junto a los Bomberos, fueron los del fotógrafo José Antonio Batista, quien el día de las lluvias dejó su auto para ir en apoyo de su hija que estaba sola en casa y el de Luisinky Jiménez, un mensajero quien esa fatídica noche estaba cumpliendo con su trabajo.
De esta forma concluyó la búsqueda de los desaparecidos a causa del diluvio al no existir más reportes, pero las autoridades mantendrán tareas de monitoreo por si aparecen los restos de alguna persona de cuya desaparición no se tenga constancia.
El resto de los muertos fueron Robert Maldonado, Roberto Quevedo, Teófilo Antonio Cruz, Yilmes Céspedes, Alberto Javier Pimentel y Edwin Alexander Cedano.
Lo ocurrido en esta capital por la interacción de una onda tropical y un sistema de baja presión fue de tal magnitud que algunos especialistas señalaron que un fenómeno así puede ocurrir cada 100 años, mientras otros precisaron como desde hace 40 años no llovía de esa forma en este territorio.
Según el COE, solo en la noche del suceso quedaron 855 automóviles varados en calles y avenidas, sin contar muchos que se anegaron en agua en parqueos y garajes, los cuales necesitaron ser asistidos y se estima unos 251 sufrieron fallos mecánicos.
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