En el menú sobresalen las revistas de postales de cada equipo, un negocio que representa importaciones millonarias aquí, y de gran preferencia entre niños y adolescentes.
Resulta un respiro para vendedores de la economía informal, que hacen su temporada en puestos humildes en esquinas capitalinas.
El colmo del negocio parece el de la cadena estadounidense McDonalds, que tiene un tipo de hamburguesa para cada selección convocada a Doha, bandera incluida en sus mensajes publicitarios.
Pero entre los gordos de esta zafra mundialista aparece la venta de televisores, sobre todo en categoría «smart», según Mercado Libre Uruguay.
Las compras de esa mercancía en la red se hacen sentir a menos de dos semanas del pitazo inicial de la Copa FIFA.
Octubre fue un mes récord en cuanto a la venta de televisores, con cifras triplicadas por esa vía.
Las compras «online» de televisores de 55 pulgadas creció en el último año en el 670 por ciento, y los de 65 pulgadas se quintuplicaron.
Son apenas algunos datos que acompañan a la mayor fiesta del fútbol mundial, que en este pequeño país apasiona y provoca gastos millonarios.
Ello ocurre a la par de la polémica vigente entre el gobierno y organizaciones no gubernamentales sobre al abastecimiento a ollas populares, que atiende a personas vulnerables, e incluso en situación de calle.
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