Concentrémonos en el objetivo común del desarrollo mutuo para la paz, la estabilidad y el mejoramiento de la región, instó el actual presidente de la Asean y enfatizó que los cercanos nexos existentes entre sus miembros no se crearon por casualidad, sino a través de años de arduo trabajo, compromiso y perseverancia.
El jefe de Gobierno cambodiano pidió “estar agradecidos por lo que hemos construido” y, en consecuencia, mantener la unidad, solidaridad y centralidad, lo cual consideró de máxima prioridad para que esta región “siga siendo sostenible y resistente a lo que está por venir”.
En otra parte de su discurso de apertura, Hun Sen destacó que la Asean y sus países miembros pueden en estos momentos declarar que han superado la pandemia de Covid-19.
Según las proyecciones de octubre de la Oficina de Investigación Macroeconómica de la Asean+3, cada Estado del bloque registrará una tasa de crecimiento económico positiva, y se prevé que la región en su conjunto alcance tasas de 5,3 y 4,9 por ciento en 2022 y 2023, respectivamente.
Advirtió, sin embargo, que si bien ahora cosechan los frutos de sus esfuerzos y avanzan hacia un crecimiento sostenible, es necesario permanecer atentos, pues la situación socioeconómica actual en el Sudeste Asiático, como en el resto del mundo, continúa siendo frágil y dividida.
Estamos en la coyuntura más incierta, cuando las vidas de millones de personas en nuestra región dependen de nuestra sabiduría y visión de futuro, de las decisiones y políticas correctas, y de un enfoque realista para abordar los desafíos estratégicos que todos enfrentamos, remarcó.
Hun Sen confirmó además que las Cumbres 40 y 41 del bloque adoptarán una larga lista de más de 100 documentos finales para guiar las acciones y la cooperación en los próximos años, y mencionó entre estos la Declaración de los líderes de la Asean sobre el 55 aniversario de esta agrupación.
Precisó que estas guías de políticas afirman la determinación de construir el futuro de la Asociación como una comunidad unida, inclusiva, resiliente y basada en reglas, donde todas las personas disfruten de un desarrollo económico equitativo, un medio ambiente sano y una protección social igualitaria.
Una comunidad que sigue siendo fundamental para la arquitectura regional en evolución y que forja alianzas externas basadas en la confianza mutua y el respeto por la paz, la seguridad y el crecimiento sostenible regionales y mundiales, enfatizó.
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