Ubicada en un profundo cañón de Jordania, a 400 metros bajo el nivel del mar se sitúa una de ellas: la Reserva Nacional de Mujib. Se extiende hasta las montañas de Karak, al sur, y Madaba, al norte, llegando a una altitud de 900 metros en algunos puntos por lo que presenta una variación en su elevación de mil 300 metros.
En este espacio creado en 1987 por la Royal Society for the Conservation of Nature de Jordania (RSCN), los procesos ecológicos siguen su dinámica y muestran cómo en la naturaleza emerge la vida pese a la acción depredadora del hombre.
La biodiversidad única de la zona que aún es objeto de estudio, se ve favorecida por la gran cantidad de agua proveniente de los afluentes que nutren el río Mujib. En este sentido, hay más de 400 tipos de plantas, más de 250 especies de animales y casi 200 de aves, aproximadamente la mitad de ellas migratorias.
Debido a la abundancia de agua se pueden realizar diversas actividades en el cañón de Wadi.
El turismo de aventura tiene lugar en uno de los escenarios naturales más impresionantes del país, el cual, además de gozar de una riqueza autóctona increíble, es un destino que garantiza la diversión y el disfrute.
Todo ello, enmarcado por un universo anfibio oculto y atravesado de torrentes que discurren, saltan y se cuelan por las paredes rocosas de este cañón lleno de formas caprichosas que se retuercen, con tonalidades que van del ocre al rosado hasta alcanzar el rojo intenso.
(Tomado del Semanario Orbe)