De esa forma, resaltan, la película franco-belga-tica sumó el Alejandro de Oro (10 mil euros, unos 10 mil 350 dólares) al Premio Horizontes del Festival de Cine de San Sebastián, conquistado en septiembre anterior.
Precisamente, al recibir ese galardón en el Festival de Cine de San Sebastián, Maurel reclamó al gobierno de Costa Rica estar a la altura con una ley de cine.
De acuerdo con el perfil personal en la red social Twitter de Donostia Zinemaldia-Festival de San Sebastián, @sansebastianfes, Maurel afirmó que no es un secreto que algo está pasando en Costa Rica.
«Somos una generación de cineastas participando en festivales importantes y el gobierno del país debe estar a la altura con una ley de cine urgente», concluyó la cineasta costarricense.
Tengo sueños eléctricos constituye un proyecto beneficiado por el Fondo de Fomento Audiovisual y Cinematográfico El Fauno, del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica.
La sinopsis refiere que Eva no puede soportar el hecho de que su madre quiera reformar la casa y deshacerse del gato, que, desorientado desde el divorcio, se orina en todas partes. Por ello, quiere marcharse y vivir con su padre, quien, desorientado como el gato, está viviendo una segunda adolescencia.
«Eva lo sigue mientras intenta reconectar con su deseo de convertirse en artista y de volver a encontrar el amor. Pero, como alguien que cruza un océano de adultos sin saber nadar, Eva también descubrirá la rabia que la carcome, y que, sin saberlo, ha heredado de él», concluye la trama de la película tica.
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