El atentado fue ejecutado por un número indeterminado de hombres que se presentaron como periodistas en la residencia de Eze Ignatius Azor, cacique de Obudi Agwa, en el estado de Imo (sudeste) y lo acribiullaron a balazos al igual que a dos de sus asistentes, según la versión oficial difundida en esta ciudad, capital de Nigeria.
La razón por la cual el jefe tradicional fue escogido para morir es desconocida, dijo a la prensa el portavoz policial Mike Abattam.
Los principales sospechosos, los miembros de la organización secesionista Pueblo Indígena de Biafra (IPB, siglas en inglés), hasta el momento guardan silencio sobre el caso.
El IPB pugna por la creación de un estado independiente en la región de Biafra escenario entres 1967 y 1970 de una guerra civil causado por el intento de secesión de las provincias del sudeste de Nigeria, consecuencia de las aspiraciones nacionalistas de la etnia del pueblo igbo.
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