Los terremotos ocurren prácticamente en todo el continente y causan graves pérdidas humanas y materiales, por lo que es importante intercambiar información al respecto.
Así lo expresó Enrique Aliste, vicerrector de Investigación y Desarrollo de la alta casa de estudios chilena, uno de los promotores de este evento, quien agregó que se busca conectar la generación del conocimiento científico y el diálogo con las instituciones públicas.
El director del programa Riesgo Sísmico, Jaime Campos, aseguró que durante el encuentro tratarán de consolidar un espacio de discusión entre expertos de entidades gubernamentales, el mundo académico y organizaciones sociales en América Latina.
Por la estructura geológica de su territorio, Chile es propenso a sufrir los movimientos telúricos y el más mortífero recordado aquí ocurrió el 24 de enero de 1939, con una magnitud de 7,8 grados, que destruyó las ciudades de Chillan y Concepción, y causó daños en una docena de urbes.
En esa ocasión murieron más de 24 mil personas, la cifra más grande ocasionada por un terremoto en la historia del país.
Luego de la tragedia se cambiaron las normas de construcción y, bajo la orientación del entonces ministro de Salubridad Salvador Allende, se crearon los Servicios de Emergencia para atender a los damnificados por ese tipo de contingencias.
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